4 feb 2006

Apenas suficiente

Yo sé que difícilmente lo creerías. Pero entiendo. O más que entender, siento con vos. Tu frustración, tu bronca, tu malhumor resultante, tu falta de ganas de cualquier cosa...
Me ha pasado, sabés?
Me pasa, por ejemplo, cada vez que deseo estar con vos y no puedo, porque la suficiente cantidad de hechos y circunstancias más o menos banales confluyen y conspiran y concuerdan para tornarlo imposible. Esa increíble potencia del azar para construir barreras infranqueables con briznas, con astillitas de nada, con casi insignificancias nos hace sentir tan inermes, tan poca cosa, tan impotentes, que no queda otro camino que el malhumor. Hojas en la tormenta, eso somos, aunque gastamos enormes cantidades de energía en tratar de ignorarlo. Por eso nos enoja tanto que estas pequeñeces nos lo recuerden con tanta contundencia.