27 mar 2006

Pronóstico


Ahora, pronto, cuando te vayas.


Cuando te pierda sin dejar de tenerte, cuando te haya visto marcharte como quien ve su patíbulo. Cuando saber que me voy en vos se parezca a un desgarro. Cuando sentir que te quedás en mí sea igual a vivir con un puñal clavado en medio de lo más frágil. Cuando deje correr las lágrimas que hoy contengo. Cuando la angustia sea un almohadón sobre mi cara, una piedra sobre mi pecho quitándome el aire, ahogándome, encerrando mi garganta en un puño de asfixia. Cuando nada sirva, nada alcance, nada compense. Cuando saber que habrá olvido sea tan inútil como cualquier intento de consuelo. Cuando nadie, ningún rostro, ninguna voz, ningún cuerpo, ningún abrazo alivien nada porque nada de eso será tuyo. Cuando abras un nuevo agujero en la tela de mi vida y lo dejes expuesto a la sal de los días y las noches.

Cuando te vayas, y yo sienta que daría la mitad de mi vida por unas pocas palabras, por apenas algo tan frágil como una promesa, y sepa que no la haremos y no la pediremos. Cuando me quede sola de vos, y tenga que aprender una vez más cómo se hace para seguir viviendo cuando una ausencia lo ocupa todo.

Ahora, pronto.