2 sept 2006

Ocupación

Lentamente se van achicando los territorios que ocupás, tu espacio, tu lugar ganado a fuerza de pura pasión y sexo y lujuria, pero también de ternura; ese espacio que ambos conquistamos en el otro y disfrutamos en largas noches de verano prolongado en otoño.
Se achica la intersección de nuestras vidas, se hace transparente, se esfuma en cristales borrosos y frágiles. Lentamente me vas dejando, me recupero liberada de tu dominio, nuevamente señora de mis días y mis noches. Busco en otro lo que finalmente me negaste, entrego a otro lo que tuviste, recibo, doy, encuentro.
La vida ofrece, y tomo. La vida se complace en su variedad, en su infinita diversidad, y en anticipada primavera florezco, acepto, dono.
Nada queda por decir, tal vez. Pero aún hay espera. En la simple posibilidad de un después se anula toda retirada, todo abandono se cancela.
Señor de la guerra, conquistador, ¿crecerá alguna vez la hierba por donde has pasado?