31 may 2008

Posibilidad


Pero cierto exceso me es esencial, no me puedo convertir en la que no soy. No otra vez. ¿Por qué abandonar toda exuberancia, por qué negarla, por qué verla como mi lado malo? ¿Por qué obligarme a confinarla en un rincón para que al final se desborde por donde no debe y me haga daño? He buscado tanto...Tan mal, es cierto, pero tanto: un cauce, un trayecto más que un destino. Sería imperdonable volver a la noria, quedar encerrada en mis fantasmas. Me debo eso, el permiso libre, el paso ligero, la carga olvidada en algún punto detrás de mí y abandonada. El lastre vaciado. Y yo lista para partir a cualquier parte, donde el viento me lleve, donde yo lo quiera. Necesito saberme capaz de renacer una vez más, con las heridas curadas, ya sin tanto dolor, con tu amor en mi piel y lista para lo mejor, para lo peor también, lista para todo de nuevo. Sin cansancio, sin renunciar a nada, aunque sepa que siempre caminamos solos y que se trata de desiertos y espejismos: al fin y al cabo, esto es todo lo que tenemos, no vale la pena la amargura, ni pedirle a la existencia que se justifique a sí misma, ni al universo que tenga sentido. Un accidente de la naturaleza, como toda biología, sí, pero conscientes. Y sin límite, como el abismo que entrevemos. A pesar de nuestra miseria, de la insignificancia del graffiti cósmico, de la nada que somos. No puedo saber si al refundarme no creo sentido, y en todo caso, la muerte sigue siendo una probabilidad estadística.