23 may 2008

Pregunto


¿Y por qué entonces esta sensación de estar siendo domesticada, de entregar las banderas, de perderme a mí misma? ¿Por qué amarte sería algo así, como un abandono de toda batalla?

Una entrega, una derrota, un olvido de ideales, una pérdida.

Pero si nos hemos encontrado, si estamos juntos solamente por elección y decisión, ¿por qué?

No lo entiendo, no me entiendo.

Amo tu contacto, tu presencia. Amo tu ausencia. Amo extrañarte y que me extrañes.

Amo los libros que leemos juntos, las mañanas en el jardín, las bellas noches en que cocino para los dos y tomamos vino mientras dejamos que nuestras voces nos acaricien como preludio de las otras caricias, amo todas esas pequeñas cosas que hemos inventado para hacer único el tiempo que compartimos.

Amo tu ternura, tan masculina, tan prudente, tan cuidada.

Amo la manera como mi exuberancia te divierte.

Amo tu forma de apoyarme sin invadirme.

¿Por qué? ¿Por qué entonces, por qué?