2 jul 2006

Movimiento

Entre la palabra dicha y la perdida,
entre la callada hora solitaria
y el silencio poblado de misterios,
existe un territorio inexplorado
pleno de sonidos amorosos,
de canciones suaves y tranquilas,
de poemas ajenos y apropiados,
de pensamientos libres y viajeros.
Un incierto y vago temor
raya la perfección
de la transparencia,
y hace visible lo que no lo es,
demostrando la belleza de lo raro.
Y sin entender, algunos quieren verlo;
sin entender, hay quien cree que sabe.
No se presta el saber,
no se transfiere.
Hay un tiempo y una vida y un camino
que llevan hasta ahí.
Por otros medios, se llega a otros lugares.
Sólo ciertas victorias autorizan
a desafiar mandatos ancestrales,
sólo ciertas batallas ya peleadas
liberan territorio para el paso.
Y es el miedo,
que exige su derrota,
el impulso que mueve la vida.