14 jun 2006

Nosotros

Sobrio, austero, acostumbrado
al rigor y la exigencia,
te descubro a mi lado
suave, intenso,
firme y sutil,
exquisito.
Se repite la tensión entre nosotros,
tu dominio en disputa con el mío:
breve disputa, aceptación de mi parte.
Tu triunfo nunca es mi derrota.
Desde el principio fue eso,
cada vez sorprendiéndonos uno al otro
con lo valioso y raro,
con la entrega y la potencia,
la elegancia y la aceptación.
Desde el principio fue el gozo, la pasión,
la tensión , la fuerza,
la ternura infinita, el silencio.
Desde el principio han sido
control y libertad,
pasión y espera
llevados al límite,
y resueltos en el gozo de sentir y saber
que no hay sumisión
donde no hay debilidad.
Puro placer,
despojado de necesidad.
Puro placer que nos hace libres.