Nuestra historia
No puedo escribir poesía con tu nombre. No puedo hablar sobre tu cuerpo en mi cuerpo, sobre la maravilla de tenerte junto a mí.
No puedo decir sobre tu ausencia y tu lejanía, sobre la distancia que nos separa y sobre mi deseo de vos nada que no haya sido dicho.
No puedo escribir sobre pasiones y emociones ni sobre caricias y deseos y sudores ni sobre lenguas y manos y bocas y huecos y contactos, nada que no haya sido escrito.
Así son las cosas.
Tanto mejor poeta ha dicho todo...
Y sin embargo, cada vez que estamos juntos, cada vez que el deseo crece entre nosotros dos y las manos recorren, y las bocas humedecen, y las lenguas reconocen, y las pieles se tocan y los jugos se mezclan, escribimos nuestro propio poema.
Cada vez que nos separamos, cada vez que, como hoy, estamos lejos y nos extrañamos, decimos algo que nunca fue dicho.
Nuestra historia es nueva, única, especial. Nuestra historia merece que elijamos las mejores palabras para contarla. Para que quede registro, y dure para siempre.
No puedo decir sobre tu ausencia y tu lejanía, sobre la distancia que nos separa y sobre mi deseo de vos nada que no haya sido dicho.
No puedo escribir sobre pasiones y emociones ni sobre caricias y deseos y sudores ni sobre lenguas y manos y bocas y huecos y contactos, nada que no haya sido escrito.
Así son las cosas.
Tanto mejor poeta ha dicho todo...
Y sin embargo, cada vez que estamos juntos, cada vez que el deseo crece entre nosotros dos y las manos recorren, y las bocas humedecen, y las lenguas reconocen, y las pieles se tocan y los jugos se mezclan, escribimos nuestro propio poema.
Cada vez que nos separamos, cada vez que, como hoy, estamos lejos y nos extrañamos, decimos algo que nunca fue dicho.
Nuestra historia es nueva, única, especial. Nuestra historia merece que elijamos las mejores palabras para contarla. Para que quede registro, y dure para siempre.
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